Cuento
Sólo al tercer día de estar preso, el licenciado Blas Abreu de Pinto pudo ver las cosas que ocurrían a su alrededor. El carcelero lo conducía por la estrecha escalera, y lo llevó al umbroso despacho de los señores inquisidores.
...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario